Miren
la bonita mesa
que
hoy ha puesto mi mamá
engalanada
con mangos
traídos
de por la llaná*.
Ha iniciado su desfile
para
mostrar los mejores
de
la cocina a la sala
los
pasea con honores.
Nos
dice con mucho atino
compren
así los grandotes
seleccionen
por dureza
por
franqueza y por bondad.
Cuando
se asoma la tarde
y
es hora de merendar
llega
madre muy oronda
a
comer sin descansar.
Uno
y uno, uno y otro
otro
y uno, nunca es más
llena
sus manos, su boca
y
hasta su ropa, sin más.
Empieza
ese colorido
con
olores por demás
a
impregnarse en toda ella
y
en la casa sin parar.
Observando
aquella escena
que
invita a participar
comenzamos
con recato
con
un mordisco no más.
Y
termina este festín
de
colorines intensos
donde
madre muy feliz
empieza ahora sus cuentos.
*Apocope
de Llanada: nombre con que nuestros abuelos llaman a la Calle
Comercio de Guarenas
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