domingo, 29 de diciembre de 2019

Ella


 Se veía frágil, pálida, inofensiva
testigo silente de algunas de mis comidas germánicas
confieso que no le hacía mucho caso
a pesar que buscaba ser el centro de atención de aquella estancia.

Pasaron pocas semanas hasta que me acusó
se dibujó un hoyo en el centro, que no pasaba desapercibido,
quizás unos 8 x 5 x 4 milímetros;
tal vez exagero al ser tan descriptiva,
pero allí lo veía gigante, en aquella planicie de fibras de lo que en otrora fue un gran árbol.

Sabía que me acusaría, y había esperado pacientemente ese momento.

Y llegó ese día... allí me encontré en el estrado, sin abogado, y ningún discurso a qué aferrarme… con todas las palabras en mi cerebro e incapaz de hilar coherentemente un discurso entendible.

Fue imposible defenderme y asumí mi condena.

En los días siguientes trabajé en el hoyo y lo desaparecí,
tal vez buscaba la redención…

Fue una operación casi quirúrgica
que parecía que nunca se lo hubiera hecho.

Fui feliz...

Pasaron los días y la miraba de reojo para que no se percatara de mi presencia,
pero no sabía que tramaba un plan…

Fui inocente...

Y fue una mañana cuando amaneció con unas marcas, así como si hubiera sido la víctima de una pelea a traición.

Nuevamente me acusó, sus rasguños en todas partes fueron mas evidentes
segura de mi inocencia, ni le hice caso
entraba y salía rápido de su presencia.

Pero igual fui a prisión...

grité mil veces

y sus ojos sedientos de venganza hollaron lo más hondo de mí.

...Ya lo ha conseguido...


...le tengo miedo….

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ella

 Se veía frágil, pálida, inofensiva testigo silente de algunas de mis comidas germánicas confieso que no le hacía mucho caso a p...