Pasó…
Ese evento que
queríamos evitar.
Se dibujaron oscuras
pinceladas esa tarde;
se detuvo el tiempo, se
quedó sin respiro,
le ató un nudo y ese
cielo ya no pudo llorar.
Quise volar a mi
refugio
y el camino se
dimensionó
en dos,
en tres,
en no sé cuánto.
Intenté sucumbir pero
no pude,
me dio fuerzas ese
roble que acompaña mi estancia.
Eso pasó…
Días intensos,
extraños y diversos.
De refilón estuve una
y otra vez frente a esa caja mediática.
Evité a toda costa
romper la llave que detenía mi diluvio.
(Acción imposible
cuando la nada se apropiaba de mí)
Pero pasó…
Todo lo necesario para
la cosecha
tierra fértil,
semillas,
abono
y sobre todo: gente.
Contemplamos el
arcoiris.
esos ojos, su temple,
sus manos,
esa sinceridad al
andar.
Dejó su huella.
Y pasó…
Crecemos.
Nos asalta ese
elocuente patriotismo;
una fuerza que invita a
no callar,
a ser humano,
a contemplar eso que
somos
y a concretar ese sueño
de seguir…
un paso más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario