domingo, 26 de agosto de 2018

Melao

Ahora quiero ese postrecito
bajo el florido árbol de tus recuerdos
necesito sumergirme en el almíbar de tus ojos
respirar la vainilla de piel
sentir el algodón de azúcar de tus manos 
y luego buscar qué hacer con tanto melao.

Lo sé

Sé que en las madrugadas aprovechas para jugar como te da la gana;
sé que disfrutas ese balcón con hamaca para surcar los más singulares riachuelos y cascadas.
Y te vas con Juan para lanzarte por el tobogán arcoiris y sobrevolar el imponente Waraira
Luego vas y le echas maíz a las gallinas de tu abuela Rosa
Y le das un beso a tus abuelos que habitan la nube más creativa del cielo.
Aún no te he visto, ¡pero lo sé!

Más

Invadimos territorios con mis poderes espaciales.
Descubrimos los más evidentes movimientos del pollito inglés.
Hicimos un relajo de carcajadas por ese baile de penitencia.
Y cuando levantábamos el más grande de los castillos de sábanas,
tu abuela nos dijo que se tenía que ir.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Atardecer

Mis dedos hacen soles en tu piel,
mi palma irriga tu tórrida geografía,
concéntricas ondas llenan de energía tus zonas telúricas
y sigo aquí evocando ese atardecer





domingo, 12 de agosto de 2018

Con mangos


Miren la bonita mesa
que hoy ha puesto mi mamá
engalanada con mangos
traídos de por la llaná*.

Ha iniciado su desfile
para mostrar los mejores
de la cocina a la sala
los pasea con honores.

Nos dice con mucho atino
compren así los grandotes
seleccionen por dureza
por franqueza y por bondad.
Cuando se asoma la tarde
y es hora de merendar
llega madre muy oronda
a comer sin descansar.
Uno y uno, uno y otro
otro y uno, nunca es más
llena sus manos, su boca
y hasta su ropa, sin más.
Empieza ese colorido
con olores por demás
a impregnarse en toda ella
y en la casa sin parar.
Observando aquella escena
que invita a participar
comenzamos con recato
con un mordisco no más.
Y termina este festín
de colorines intensos
donde madre muy feliz 
empieza ahora sus cuentos.

*Apocope de Llanada: nombre con que nuestros abuelos llaman a la Calle Comercio de Guarenas

Me leo


Si te encuentro en mis lecturas me sobresalto, 
empiezo a entenderme

Callo

 

Comprendí porque callaba;
estas cuatro paredes me lo recuerdan cada día.
Sólo esta conversación que se teje desde mis pensamientos 
evoca ese pasado, presente aquí.

viernes, 10 de agosto de 2018

Vuela

Y te escribí en trozos
esperando que el viento te alejara de mi.

Un paso más

Pasó…

Ese evento que queríamos evitar.
Se dibujaron oscuras pinceladas esa tarde;
se detuvo el tiempo, se quedó sin respiro,
le ató un nudo y ese cielo ya no pudo llorar.

Quise volar a mi refugio
y el camino se dimensionó
en dos,
en tres,
en no sé cuánto.

Intenté sucumbir pero no pude,
me dio fuerzas ese roble que acompaña mi estancia.

Eso pasó…

Días intensos, extraños y diversos.
De refilón estuve una y otra vez frente a esa caja mediática.
Evité a toda costa romper la llave que detenía mi diluvio.
(Acción imposible cuando la nada se apropiaba de mí)

Pero pasó…

Todo lo necesario para la cosecha
tierra fértil,
semillas,
abono
y sobre todo: gente.

Contemplamos el arcoiris.
esos ojos, su temple, sus manos,
esa sinceridad al andar.
Dejó su huella.

Y pasó…

Crecemos.

Nos asalta ese elocuente patriotismo;
una fuerza que invita a no callar,
a ser humano,
a contemplar eso que somos
y a concretar ese sueño de seguir…
un paso más.

jueves, 9 de agosto de 2018

Anda


Miradas al confín
escenas con festín
el tiempo con pinpin
es una escaramuza

Y ya quisiera estar
viviendo ese compás
al batir de palmeras
de ambiente saleroso

Fusionar esas líneas
de cálidos colores
mezclar esos pixeles
y solo respirar

Impregnar esas pizcas
empalagar mi esencia
compartir mi embeleso
y desear mucho más

Así que poco a poco
el tiempo es mi acomodo
preparo mi equipaje
y empiezo a despegar

miércoles, 8 de agosto de 2018

¿Qué ha pasado?


a J.F.

Qué ha pasado con esas melodías rebeldes,
taciturnas, incomprensibles;
con los sujetadores verdiamarillos 
de aquel humo que te hacía olvidar.

Con tu primera pareja, 
la que acompañó tus días alocados 
en aquella juventud.

Con esa pluma maravillosa 
que me sumergía en parajes asombrosos, 
llenos de tanto encanto.

Cuéntame, dime...

Qué ha pasado con aquel lugar tecno-obsesivo 
testigo de quien sabe qué;

con aquellas salidas 
donde el plástico de mamá se hacía presente 
para satisfacer las banalidades de la vida.

Cuéntame, te escucho...

Te escribo



Te escribo en el vidrio de la ventana
que suena al despertar el alba.

Te escribo en la muchedumbre de ese tren
atiborrado de sueños.

Te escribo en mis tardes de afán
entre uno y otro vericueto citadino.

Te escribo en mis noches de miedo
cuando tomo, el que se supone
es el último bus a mi aposento.

Te escribo en ese fin de semana
que sucumbo al llenarme de verde altura y
gran horizonte marino.

Pienso que te escribo pero
inexorablemente soy el libro
que llena sus páginas con tu existencia.

Caracas



Forjadora de virtudes
testigo de mi añoranza;
cómo quisiera quererte
si fuiste el primer cielo
que cobijó mi esperanza

Te evité lo más que pude
escapé de tu acechanza
y obligada a mi futuro
caminé por tus estancias

Hoy ya no puedo evitarte
ya soy parte de tu casa,
me amalgamo a tu entramado
de calles y aceras largas

Acrisolada entelequia
que mimetiza esa fuerza,
mosaico de gentilicios
mescolanzas de esas gracias

Has tocado a mucha gente
que te ama y te idolatra;
cómo no voy a quererte
si me has brindado tu casa,
imponentes estructuras
ejemplo de muchas castas

Corro a ti todos los días
para beber tu enseñanza,
a cambio te doy en trueque
la fuerza de mi labranza

Cómo no voy a quererte
si te escurres como salsa
dejando gratos recuerdos
de mi agitada andanza.

Ella

 Se veía frágil, pálida, inofensiva testigo silente de algunas de mis comidas germánicas confieso que no le hacía mucho caso a p...