Forjadora de
virtudes
testigo de mi
añoranza;
cómo quisiera
quererte
si fuiste el primer
cielo
que cobijó mi
esperanza
Te evité lo más
que pude
escapé de tu
acechanza
y obligada a mi
futuro
caminé por tus
estancias
Hoy ya no puedo
evitarte
ya soy parte de tu
casa,
me amalgamo a tu
entramado
de calles y aceras
largas
Acrisolada
entelequia
que mimetiza esa
fuerza,
mosaico de
gentilicios
mescolanzas de esas
gracias
Has tocado a mucha
gente
que te ama y te
idolatra;
cómo no voy a
quererte
si me has brindado
tu casa,
imponentes
estructuras
ejemplo de muchas
castas
Corro a ti todos los
días
para beber tu
enseñanza,
a cambio te doy en
trueque
la fuerza de mi
labranza
Cómo no voy a
quererte
si te escurres como
salsa
dejando gratos
recuerdos
de mi agitada
andanza.
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